lunes, 26 de julio de 2010

Por una Argentina IGUALITARI@!

Desde CONFLUIR aplaudimos a nuestros legisladores y a todos quienes encabezaron esta lucha por un pais mas igualitario y libre, sabemos que este solo es el primer paso y, compartimos con Mario Wainfeld, la idea de que por la fraternidad todavia nos queda mucho por hacer. Dede CONFLUIR pretendemos asumir este objetivo y aportar nuestro granito de arena a la construccion de un pais "fraterno" y tolerante.
En esta nota compartimos el analisis de un amigo sobre la legalizacion del matrimonio gay, sabemos que esta es solo de una de las interpretaciones que permite este proceso y al difundirla pretendemos abrir el debate, ya que entedemos que solo el debate libre y tolerante nos permitira construir un pais mas justo.
Legalizacion del matrimonio gay:
Fue una cesión histórica, con un gran debate, de un tema delicado y, si se quiere, para algunas partes (mayormente conservadoras), tildado desde su media sanción en la cámara baja de “complejo” y “complicado”, que logró que todo un país hablase y discutiese sobre él. Casi se hizo imposible no adquirir alguna postura acerca de este tema, que nos bombardeó por todos los medios masivos de comunicación-donde muchos hacían “pseudodebates” escondiendo una clara homofobia en una especie de tercera posición, y otros pocos, dejaban bien claro su posición acerca de la votación por la ley de matrimonio igualitario- ; los medios corrientes se encargaron de su expansión, y los debates empezaron a tomar forma, pero fue la iglesia el medio más elegido para formar opiniones de miles de fieles que rápidamente aceptaron el sermón semanal, y las leyes de Dios como constitución incuestionable-divina-, natural, y por sobre todas las cosas como la única “CORRECTA”.
Pero no es objeto de esta nota volver a debatir, lo que ya durante más de 10 horas se debatió, en el senado. La ley fue aprobada y promulgada, ahora, comenzara a hacerse efectiva. No deberíamos preguntarnos, ¿a donde vamos ahora?.
Los dos o tal vez tres casamientos mono parentales, van a salir en las famosas placas rojas, van a ser festejados, y sus personajes van a almorzar con Mirtha Legrand, intentándole explicar que la perversión es ajena a la inclinación sexual, y la señora muy amable se va a esforzar por mentir que lo comprende e incluso fingirá que lo comparte.
Con la ley de matrimonio igualitario, se logró corroborar que la iglesia naufraga-una vez más- en su intento de impartir unos derechos que como suyos tiene total legitimidad de exigir a su comunidad de creyentes en la Santa Madre Fe Católica; que la gente se está dando cuenta, que las minorías siguen siendo personas y, que las mayorías, no ganan batallas(apuesto que sí ayudan) y no las ganan, porque el mero hecho de juntar un montón de personas, solo pone de manifiesto que la intolerancia (y digo miedo, miedo al otro, al diferente, al que nosotros por supuesto no somos y que cómo se nos ocurre que esto no pasa, que eso no existe y si acaso existe es desechable) es más grande de lo que podíamos imaginar.
“No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretención destructiva al plan de Dios", dijo el cardenal Jorge Bergoglio, líder de la Iglesia católica en una carta enviada antes del voto, pidiendo a los legisladores que rechacen el proyecto. Yo me pregunto, como se salvo galileo, de aquel supuesto plan de Dios, de que el sol girase alrededor de la tierra; que el divorcio destruiría familias, resulta que hace unas pocas décadas, había gente obligada a convivir junta, a pesar de querer sacarse los ojos cuando se daban la espalda, porque esta institución supuso que si se aprobase la ley del divorcio, miles de parejas saldrían a divorciarse, causando un cataclismo en las bases familiares occidentales.
Al aprobarse, la ley de matrimonio igualitario se supo distinguir entre leyes divinas, y derechos civiles, se afirmó que el matrimonio es un contrato social, no natural. La iglesia no yerra al expresar el tema en términos de una lucha en el Diablo y Dios: pero estos términos son validos dentro de las leyes de un club que debe convivir con tantos otros en un marco de legalidades que necesariamente excede a cualquier institución restringida: el fundamento de la igualdad de las personas(de derechos, frente a la ley, sin importar su inclinación sexual…) no se encuentra en la ilusión de creernos a todos iguales sino, más bien, en saber que somos todos diferentes y, aceptada esta premisa fundamental, aceptando que como no hay equivalencia entre los seres humanos sino más bien una enorme y fecunda diversidad antropológica es pues necesario que nos tratemos con igualdad; no existe un criterio único unánimemente aceptado, el dictamen último de lo que es favorable o no queda sujeto siempre a una decisión arbitraria y personal y es por ello precisamente por lo que debemos establecer bases de respeto e igualdad con los demás: no erraba Bergoglio al dirigirse en sus términos; se equivocaba al intentar hacerlos efectivos sin deslindar los bordes de su propio club; dirigirlos en un marco que no le es propio: la injerencia de sus palabras deben ser tenidas en cuenta solo dentro de las lindes de la legalidad de la iglesia católica y mas allá de sus límites la legalidad que rige es otra, piedra basal de la democracia.
Sin dudas, se trata de un andar histórico que, a los tropezones, ora avanzando, ora retrocediendo, se encuentra en constante cambio. Quiero recalcar lo que para mi fueron los dos o tres mayores logros con esta sanción histórica.
Por un lado, se empieza a entender que la familia tipo dejo de existir, que el prototipo “Mamá, papá, dos hijos, un perro, una rural y una barra de chocolate Kinder bueno “ , ha quedado relegado en el tiempo, y que era un concepto familiar arcaico, o, a lo menos, artificial, social,y jamás único. Se logro afirmar que “familia” no puede hacer referencia a una definición estática, y arbitraria, sino a un concepto que se codeé con la dinámica y la flexibilidad, porque es claro que no se trata de familia, si no de familias, si algo tan simple como una letra “s” nos indica la pluralidad; no existe un tipo de familia, existen muchísimos tipos de familias.
Por otro lado, se hace lugar a una realidad que necesitaba un verdadero marco legal, y que termine con la discriminación de anormalidades por inclinación sexual, conceptos de naturalidad, y que saque a “Dios” del medio. Personas homosexuales solteras ya podían adoptar, ya vivían en parejas, ya podían ir al supermercado, y besarse en una plaza mucho antes que esta ley, les dé el marco civil no solo que merecen sino que les corresponden por ser PERSONAS- CIUDADANOS. Lo único que cambió es que ahora vamos a tener que explicarles a nuestros hijos que esas personas se aman, que esas personas pueden ser igual de familia que el resto… por una simple razón, porque lo que diferencia a las personas homosexuales del resto, es con quien se acuesta o quiere acostar – se trata de una decisión personal que no afecta a terceros, a no ser la supuesta hombría que ya deja ver bajo de sí el germen de la homofobia-; de ahí en más no existe diferencia que no recaiga en el rechazo al otro.
Mucho más que esto se podría decir, pero rebasa los alcances que este escrito tiene por objeto…., el paso que se dio fue hacia adelante (aunque difícil es mesurar el cambio real en la gente, en la sociedad). Para no preocuparse, se sabe que los niños reconocen roles sexuales, no géneros sexuales, por eso cuando nuestro hijo nos pregunte ¿Por qué pepe tiene dos papás? , le vamos a poder decir porque ellos a pesar de no poder concebir, son capaces de brindar amor y de recibirlo, y esta condición es ajena a estar casado o no, lo que no es ajeno es el resguardo legal que tiene ahora pepe porque sus papas se casaron.

“La idea de una ley divina, estricta e inmutable, cuya interpretación sólo corresponde a una casta sacerdotal, y todo apartamiento de la cual debe ser punido como una subversión demoníaca del orden natural, está en la base de la represión dictatorial que con la bendición de la jerarquía católica destrozó a la Argentina entre 1976 y 1983”. (Horacio Verbitsky, Página 12)